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Juego: A seguir la historia

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  • Juego: A seguir la historia

    Hola a todos!!!
    En el foro he visto que alguien a propuesto un juego y que ha funcionado, yo propongo otro que podría ser el resultado del inicio de una buena historia. Un amigo lo propuso en un foro y la gente se animó a seguirlo. A ver qué tal. Voy a escribir el principio de una historia, el juego consiste en que el siguiente la siga, con la única condición de que no puede intervenir la misma persona hasta que no hayan participado al menos 4 personas diferentes.

    Está anocheciendo, es otoño y hace frio. Ana, una mujer de unos 40 años, está sentada en una vieja estación de tren deteriorada, tanto que parece cerrada, abandonada. Tiene el pelo recogido sin mucho esmero, y está abrazada a un vieja maleta. Su mirada es triste, distante...

  • #2
    pues suerte y a ver que nos sale.....

    ....se sobresalta...ha creido escuchar un ruido en la distancia....sin dejar de abrazar la maleta se incorpora y acerca al anden...en la lejanìa distingue entre la bruma que envuelve el edificio unas voces y el titilar de una luz como de farolillo......y entonces los recuerdos desordenados y en cascada afluyen a su mente mezclando imàgenes,sonidos,sensaciones.....un escalofrio recorre su espina dorsal y su mente vuelve al presente.....de nuevo el silencio.....
    https://fashionface.com/vip/ficha.asp?id=3562

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    • #3
      regresa al asiento que había abandonado por unos segundos y se sienta, meciéndose el pelo, canoso a pesar de su temprana edad, y demasiado alborotado. Se inclina sobre la maleta y desliza la cremallera que se atasca un par de veces. La abre. Sólo contiene pañuelos tejidos en diversas telas y de variopintos colores, y entre ellos, oculta, una especie de muñeca de trapo y porcelana. La levanta y la acerca a su mejilla, apretujándola con mimo contra ella mientras su mente se ve de nuevo inundada por una catarata de imágenes y recuerdos... De repente, se da cuenta de cuanto echa en falta la compañía de los mejores amigos que nunca ha tenido; los pacientes del hospital psiquiático que, hace apenas unas horas, ha abandonado...

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      • #4
        La noche fría del andén, en cuya estación hace mucho tiempo que no pasa tren alguno, nada más que recuerdos de Ana, de épocas anteriores y felices. De hecho, ya solamente queda el recuerdo de la estación, de los trenes, del andén, espera un tren hacia ella misma, dónde espera encontrar sus recuerdos olvidados, que desde que entró en el psiquiatrico no consigue olvidar. Andrés, de 65 años, jubilado que viene al andén a sentarse, se sienta junto a ella, le pregunta si quiere caramelos, ella se gira y ya no está. Un recuerdo fugaz, como de tantos otros. ¿Quién era Don Andrés? ¿Qué hacía él en esta estación? Anna confusa, se acurruca y se estira en el banco de la estación en posición fetal y se duerme para soñar...

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        • #5
          Tiene muy buena pinta!

          Soñar, hacía tiempo que no sentía lo que era hacerlo. Siempre había tenido crisis y la chutaban a sedantes. Pero hacía unos meses que había abandonado el psiquiatrico sin rumbo, tan solo una maleta. De repente se vió de niña, en aquel lugubre jardín, estaba sola, los niños no la veían. Se levantó triste y solitaria andando arrastrando los pies. La gente no la miraba ni ella a ellos, nunca había experimentado lo que era el contacto visual. De pronto un ruido ensordecedor....

          (paro aquí porque hoy podría estar toda la noche escribiendo)

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          • #6
            y tras el ruido, gritos. Lamentos y sollozos... Y Ana cae de rodillas. Las lágrimas saladas se deslizan por sus mejillas, cayendo sobre sus manos y salpicando la felpa ajada y vieja de la muñeca que aún sujeta entre sus manos. Levanta temerosamente la mirada y de nuevo le embarga la tristeza. Tristeza, por descubrir que una vez más los sonidos, los chillidos, se han desvanecido, producto único de su imaginación. Su mueca nos cuenta cuan desgraciada se siente, sabiéndose presa y esclava de su fantasía perturbada. Se levanta y cruza la via, saltándola, para llegar al otro lado donde, entre las sombras de la noche, distingue las siluetas de los matorrales. Corre, dejando la maleta y los recuerdos atrás, en el andén. Corre, como perseguida por el diablo, atravesando los matojos y la hierba seca crepitante. Corre.

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            • #7
              Corre, corre y conforme avanza comienza una leve lluvia de otoño, que poco a poco se va convirtiendo en más densa. Ana, en su alboroto, ha perdido sus zapatos, ahora pisa la hierba húmeda que hace que su mente regrese al pasado, de nuevo. Su niñez, su abuelo, sus padres...sus veranos.
              Sigue su trayecto, más lento, menos agitado. De repente, se abre paso entre los árboles espesos, una casa.

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              • #8
                es un caseron de planta baja y buhardilla,de aspecto achatado y robusto.desde donde Anna se ha quedado contemplandola se distingue una puerta de madera de dos cuerpos paralelos en vertical de madera pintada en color verde,como las contraventanas cerradas en uno de los muros laterales .......como el tejado en v invertida por donde asoma una chimenea......tras el bloque se adivina un claro con huerto y algunos àrboles frutales,bien diferentes de los gruesos y altos àrboles del bosque............me llamo Anna.......¿porquè puedo recordar mi nombre y no como he llegado hasta aquì?........la visiòn de la casa ha desbloqueado algun resorte en su interior.....ahora,con paso decidido,se dirije a ella por el caminillo dibujado por los pasos de quienes la precedieron....
                https://fashionface.com/vip/ficha.asp?id=3562

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                • #9
                  Frente al portal, con el corazón a 100, respira profundo y apoya su frente en la puerta. Su mano derecha recorre la vieja madera hasta que sus dedos encuentran el picaporte. Cierra los ojos y abre la puerta...

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                  • #10
                    Ana se queda quieta unos instantes, contempla el lugar con ojos llorosos, como si recordara algo y sonrie. Se adentra por un pasillo que da a unas escaleras, las sube con muchísimo cuidado, levantándose el vestido para no pisárselo. Entra directa a un dormitorio, parece que conoce la casa...

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                    • #11
                      Mientras pasea con lentitud por la habitación observando y acariciando los objetos que la inundan se sobresalta al escuchar voces fuera de la casa. Se asoma a la ventana que da al jardín de la entrada y descubre a una mujer que lleva de la mano a una niña. Se dirigen a la puerta, hablando y riendo entre ellas y entran a la casa...

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                      • #12
                        Las voces que antes oía fuera, ahora retumban en el interior de la casa. Ana, se dirige, atraída, como si de un imán se tratara hacia dónde se encuentran madre e hija. Conforme anda da la impresión de que la casa, instantes anteriores fúnebre, cobra vida y color. Se torna en hogar, repleto de olores cálidos y familiares, de luces ténues y acogedoras, de voces conocidas que completan la existencia de Ana, consiguiendo que, por primera vez, en mucho tiempo, Ana se sienta segura.

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                        • #13
                          Se para en la puerta, tiene miedo de que la vean, pero son tal dulces las voces que se queda hipnotizada. Nota que su largo vestido es tirado hacía atrás, se da la vuelta y un gato está jugando con ella, ronronea. Su lengua aspera le chupa el pie, esto ya lo había vivido. Se agacha a cogerlo, y en ese momento oye a alguien que dice su nombre. " Ana, ¿dónde estás?"

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                          • #14
                            Se reincorpora rápidamente, llevada por la emoción que le despierta la voz de la niña. Sale enseguida en busca de ella pero al acercarse a las escaleras, sólo consigue ver el pelo rizado y castaño claro de la chica cuando, sin esperárselo, suena de forma estruendosa la puerta del recibidor, abriéndose y chocando contra la pared, al mismo tiempo que el sonido de cristales rotos resuena en toda la casa. Se oyen pisadas bruscas, corriendo hacia la escalera, y Ana, paralizada por el miedo, sólo puede ver la mano de un hombre agarrando la cabeza de la niña y, por los gemidos de ésta, adivina que le están tapando la boca. La otra mujer emite un chillido que pronto es acallado. Ana se da cuenta de que son dos o más los hombres que han entrado tan violentamente en la casa. Intenta pedir auxilio pero los músculos de su garganta no responden. Suenan más pasos por toda la parte baja de la casa, objetos chocando contra el suelo, cajones abrirse y caer. Ana reacciona al fin dándose la vuelta y buscando nerviosa y presa del pánico un lugar donde esconderse...

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                            • #15
                              Entre la mesita del dormitorio y la ventana, Ana está acurrucada, sus manos tapan sus oidos para no escuchar más las voces y los ruidos que le atormentan. Logra tranquilizarse y deja que sus párpados se cierren.
                              El sol entra espléndido por la ventana, una suave brisa acaricia los pies de Ana. La mano de un hombre que se posa sobre el hombro de la mujer hace amén de despertarla. Cuando Ana abre los ojos y contempla medio dormida la silueta de aquel hombre comienza a gritar y a patalear con fuerza, el hombre sólo pretende que se calme, no le va a hacer daño, pero Ana está aterrorizada y cree que debe defenderse.

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                              • #16
                                El hombre se aparta lo suficiente para dejar que se calme sola. Una vez más tranquila, Ana observa el rostro del hombre que a plena luz del día no puede ocultar las arrugas que delatan su edad. Es muy mayor. Ana pronto se da cuenta y recuerda esa cara. Es su padre. Y esta vez todo parece real.

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                                • #17
                                  Es contundente la sensación que le produce el encuentro a Ana. La cantidad de imágenes que ocupan su mente, en este momento, no permiten que reaccione. La última vez que vió a su padre tan sólo tenía cinco años. Ana nunca pudo despedirse de él. Y ahora lo tiene delante, los ojos de ambos se comunican sin palabras durante varios minutos.

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                                  • #18
                                    Después de ese pequeño pero intenso momento de silencio repleto de palabras mudas Ana no puede reprimir un lagrima de melancolía, y su padre, también claramente emocionado se acerca a ella y la abraza con tanta ternura que Ana estalla en sollozos sobre el hombro de él. El padre, acercando su boca al oido de Ana, le susurra: "Hija mía, desde que te arrancaron de mi lado, a ti y a tu madre, olvidé que en mi pecho pudiera habitar un corazón. Por fin vuelve a palpitar, lo siento tan fuerte que me va a reventar... Te he echado tanto de menos. Dónde has estado todo este tiempo?"

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                                    • #19
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                                      • #20
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                                        ¡¡VIAJEROS AL TREN.... VIAJEROS AL TREN...!!

                                        Nos encontramos nuevamente en la estación de tren, gente que se apresura a subir sus maletas, ruido de locomotora de vapor, carreras y prisas. Luce el sol y el cielo es de un intenso azul claro. Todo está lleno de luz.

                                        Una mujer con un vestido largo y entallado, luce un gracioso sombrero con redecilla que oculta la mitad de su rostro y botines de tacón bajo, lleva una sombrilla en su mano derecha, con la izquierda golpea suavemente el hombro de Ana y le insta a levantarse del banco.
                                        "Vamos Ana, que papá ya ha subido las maletas y nos espera en nuestro compartimento".

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                                        • #21
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                                          - Papá, tú sabías que estaba en el psiquiátrico. Por qué nunca viniste a buscarme?
                                          - En un psiquiátrico?? No sabía nada de eso, hija. La policía, la familia, incluso yo, te habiamos dado por muerta... Tu madre... apareció a los pocos días de vuestra desaparición en la ribera del rio...- balbucea -Nunca supimos quienes fueron-. El padre no puede reprimir sus lágrimas.

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                                          • #22
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                                            • #23
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                                              Al poco tiempo dejó de oír a su madre y a Ana se le rompió completamente el corazón. En ese momento no pudo evitar abrir los ojos.....descubrió que la mujer que tanto la había cuidado y querido... su madre... ahora no era mas que un cuerpo sin vida...

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                                              • #24
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                                                • #25
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