Magnífica película, de una sensibilidad descarnada, a tumba abierta, emocionalmente demoledora, intensa hasta lo difícil de soportar, en ocasiones.
Basada en hechos reales, cuenta la historia de Jean Dominique Bauby, antiguo redactor en jefe de la revista "Elle", quien en 1995 sufre un gravísimo y muy raro accidente cerebral, que lo paraliza por completo, no pudiendo si quiera respirar sin asistencia, pero manteniendo la capacidad mental 100% intacta.
Con la única ayuda de un párpado como vínculo con el exterior, redacta sus vivencias internas en un libro homónimo a la película.
Dicho así, parece que nos vamos a encontrar con el consabido melodrama tramposo, tipo "Mar adentro".
Nada más lejos. Es una película ferozmente original, dirijida con una maestría indiscutible, con una vitalidad visual desarmante (la fotografía del gran Janusz Kaminsky, insuflándole alma a cada plano)
*Un momento: la conversación telefónica entre Max Von Sydow y el protagonista, Mathieu Amalric (visto en "Munich" de Spilberg. Hace aquí la interpretación de su vida)
-simplemente desgarradora. Imposible contener el llanto.
De verdad, una película que no te puede dejar indiferente. A menos que seas una ameba, te lo moverá todo por dentro. De lo mejorcito del 2008, sin discusión posible.
-Hay que ver lo poquito que valoramos el simple y fundamental hecho de tener buena salud, o una salud al menos razonablemente aceptable....
Basada en hechos reales, cuenta la historia de Jean Dominique Bauby, antiguo redactor en jefe de la revista "Elle", quien en 1995 sufre un gravísimo y muy raro accidente cerebral, que lo paraliza por completo, no pudiendo si quiera respirar sin asistencia, pero manteniendo la capacidad mental 100% intacta.
Con la única ayuda de un párpado como vínculo con el exterior, redacta sus vivencias internas en un libro homónimo a la película.
Dicho así, parece que nos vamos a encontrar con el consabido melodrama tramposo, tipo "Mar adentro".
Nada más lejos. Es una película ferozmente original, dirijida con una maestría indiscutible, con una vitalidad visual desarmante (la fotografía del gran Janusz Kaminsky, insuflándole alma a cada plano)
*Un momento: la conversación telefónica entre Max Von Sydow y el protagonista, Mathieu Amalric (visto en "Munich" de Spilberg. Hace aquí la interpretación de su vida)
-simplemente desgarradora. Imposible contener el llanto.
De verdad, una película que no te puede dejar indiferente. A menos que seas una ameba, te lo moverá todo por dentro. De lo mejorcito del 2008, sin discusión posible.
-Hay que ver lo poquito que valoramos el simple y fundamental hecho de tener buena salud, o una salud al menos razonablemente aceptable....

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