Para empezar quisiera dejar claro que no concibo la anarquía como sinónimo de caos o ausencia de orden, sino sencillamente como un sistema de organización social en el que no existe el poder político y económico. Esta organización se basaría por descontado en la solidaridad y colaboración entre distintos colectivos e individuos.
Un gran número de gente califica directamente estas ideas de utópicas e incluso pueriles. Lo que con seguridad ignoran es que el ser humano ha vivido de forma muy parecida durante 150.000 años. Si lograramos condensar en un año la historia de la humanidad (unos 160 000 años aprox), los primeros tipos de organización política existirían desde apenas 20 dias antes, y el Estado tendría apenas 48 horas de vida. ¿A que da que pensar?
La política tal como la conocemos nace con la revolución agrícola hace aproximadamente unos 10.000 años. Gracias a tal avance el ser humano dispone por vez primera de un excedente de alimento que se ve obligado a distribuir y controlar. La política se encarga de organizar esa distribución y de crear los instrumentos de coacción necesarios para asegurar que no se produzcan conflictos debido a las desigualdades. Así nace la polis...
Estos conceptos son muy novedosos para el hombre, cuya forma de organización social hasta aquel momento se basaba precisamente en la igualdad y la colaboración. Antes de la política los hombres vivían en estructuras sociales extremadamente sencillas. Y todos los miembros del grupo tenían el mismo status social. Por supuesto podía existir un "líder" o "jefe" pero su posición no era de superioridad jerárquica permanente, sino que sencillamente se encargaba de recordar al grupo sus obligaciones o de dar ánimos en momentos difíciles.
La mayoría de gente tiende a pensar en el ser humano prehistórico como en una especie de ser sucio, desaliñado y desnutrido. Nada más lejos de la realidad. El hombre estaba perféctamente adaptado y vivía en armonía con su entorno. El análisis de restos fósiles en Africa nos ha indicado que su altura media hace 60.000 años era de un 1'85 m. para los varones y un 1'70 m. para las mujeres; su densidad ósea también superaba a la del ser humano actual. Diferentes estudios sobre las últimas tribus de recolectores-cazadores nos muestran que este tipo de organización social previene el estrés e incluso el cáncer. ¿Podriamos conjeturar que la política es incompatible con la felicidad del hombre?
Por desgracia, las sociedades actuales son tan súmamente complejas que una regresión a una sociedad del tipo recolector-cazador implicaría sin remisión el exterminio masivo de al menos el 95% de la población mundial. Pero es también un hecho evidente que la política capitalista liberal de hoy en día es un peligro para el ser humano: el calentamiento global y las desigualdades crecientes a nivel mundial no son más que una muestra de ello.
¿Sería posible integrar los conceptos de igualdad y solidaridad en un mundo hiperpoblado e hipertecnológico? Tal vez las nuevas tecnologías de la información puedan permitir una participación individual más igualitaria en la política regional o estatal, tal vez surjan formas nuevas de globalización tras la inevitable crisis que se avecina (o que empezamos ya a percibir) en este mundo regido por el liberalismo económico incontrolado. Quizá en algún futuro cercano nazca algún Maquiavelo o Marx que nos aporte ideas nuevas... O Bakunin.
Un gran número de gente califica directamente estas ideas de utópicas e incluso pueriles. Lo que con seguridad ignoran es que el ser humano ha vivido de forma muy parecida durante 150.000 años. Si lograramos condensar en un año la historia de la humanidad (unos 160 000 años aprox), los primeros tipos de organización política existirían desde apenas 20 dias antes, y el Estado tendría apenas 48 horas de vida. ¿A que da que pensar?
La política tal como la conocemos nace con la revolución agrícola hace aproximadamente unos 10.000 años. Gracias a tal avance el ser humano dispone por vez primera de un excedente de alimento que se ve obligado a distribuir y controlar. La política se encarga de organizar esa distribución y de crear los instrumentos de coacción necesarios para asegurar que no se produzcan conflictos debido a las desigualdades. Así nace la polis...
Estos conceptos son muy novedosos para el hombre, cuya forma de organización social hasta aquel momento se basaba precisamente en la igualdad y la colaboración. Antes de la política los hombres vivían en estructuras sociales extremadamente sencillas. Y todos los miembros del grupo tenían el mismo status social. Por supuesto podía existir un "líder" o "jefe" pero su posición no era de superioridad jerárquica permanente, sino que sencillamente se encargaba de recordar al grupo sus obligaciones o de dar ánimos en momentos difíciles.
La mayoría de gente tiende a pensar en el ser humano prehistórico como en una especie de ser sucio, desaliñado y desnutrido. Nada más lejos de la realidad. El hombre estaba perféctamente adaptado y vivía en armonía con su entorno. El análisis de restos fósiles en Africa nos ha indicado que su altura media hace 60.000 años era de un 1'85 m. para los varones y un 1'70 m. para las mujeres; su densidad ósea también superaba a la del ser humano actual. Diferentes estudios sobre las últimas tribus de recolectores-cazadores nos muestran que este tipo de organización social previene el estrés e incluso el cáncer. ¿Podriamos conjeturar que la política es incompatible con la felicidad del hombre?
Por desgracia, las sociedades actuales son tan súmamente complejas que una regresión a una sociedad del tipo recolector-cazador implicaría sin remisión el exterminio masivo de al menos el 95% de la población mundial. Pero es también un hecho evidente que la política capitalista liberal de hoy en día es un peligro para el ser humano: el calentamiento global y las desigualdades crecientes a nivel mundial no son más que una muestra de ello.
¿Sería posible integrar los conceptos de igualdad y solidaridad en un mundo hiperpoblado e hipertecnológico? Tal vez las nuevas tecnologías de la información puedan permitir una participación individual más igualitaria en la política regional o estatal, tal vez surjan formas nuevas de globalización tras la inevitable crisis que se avecina (o que empezamos ya a percibir) en este mundo regido por el liberalismo económico incontrolado. Quizá en algún futuro cercano nazca algún Maquiavelo o Marx que nos aporte ideas nuevas... O Bakunin.
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